El láser de diodo actúa por el principio de fototermolisis
selectiva, que consiste en eliminar el folículo piloso sin dañar
estructuras circundantes. La alta potencia del diodo en el módulo del
láser puede transformar la energía eléctrica en luz, generando un haz
continuo con una longitud de onda de 808nm.
A través del cristal, el haz de láser puede irradiar el tejido,
atravesar la capa externa de la piel y llegar a las raíces de los
folículos pilosos. La energía de la luz es absorbida y convertida en
energía térmica para la destrucción de dichos folículos. Esto produce
una caída del vello y la pérdida de su capacidad regenerativa,
alcanzando así el efecto de una depilación permanente.
Consta unas 6-8 sesiones aproximadamente. La zona tratada permanece
perfectamente depilada desde la primera sesión y garantizamos la
eliminación de, al menos, el 80% del vello en todo tipo de pieles. Las
sesiones se realizan cada dos o tres meses en función del paciente.